Amado Dios, con los primeros rayos de sol que despuntan en esta mañana me presento ante Ti con un corazón lleno de amor para darte gracias por el maravilloso regalo de la vida, por el pan que hay en mi mesa, por el don de la salud y por cada una de las hermosas bendiciones con las que Tú colmas mi existir. Y en el silencio de este día que apenas empieza, quiero pedirte paz para mi ser, prudencia en cada uno de mis actos y fuerza para mi espíritu. Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de bondad, salir a cumplir mis obligaciones con optimismo y alegría, pues Tú señor caminas a mi lado, protegiéndome, vitalizándome y guiándome por sendas de amor, plenitud y prosperidad. Amado Dios, si Tú estás conmigo, mi día será de triunfo, regocijo y nada habrá de faltarme. Padre celestial, te pido que por favor protejas mi vida de todo peligro y de las malas intenciones de los demás. Por favor líbrame de toda calumnia y haz que en mi mente solo afloren pensamientos caritativos, de