Oración para el martes 13 de noviembre.
Amado Dios, con los
primeros rayos de sol que despuntan en esta mañana me presento ante Ti con un
corazón lleno de amor para darte gracias por el maravilloso regalo de la vida,
por el pan que hay en mi mesa, por el don de la salud y por cada una de las hermosas
bendiciones con las que Tú colmas mi existir.
Y en el silencio de este día que apenas empieza, quiero pedirte paz para
mi ser, prudencia en cada uno de mis actos y fuerza para mi espíritu.
Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de bondad, salir a cumplir mis obligaciones con optimismo y alegría, pues Tú señor caminas a mi lado, protegiéndome, vitalizándome y guiándome por sendas de amor, plenitud y prosperidad. Amado Dios, si Tú estás conmigo, mi día será de triunfo, regocijo y nada habrá de faltarme.
Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de bondad, salir a cumplir mis obligaciones con optimismo y alegría, pues Tú señor caminas a mi lado, protegiéndome, vitalizándome y guiándome por sendas de amor, plenitud y prosperidad. Amado Dios, si Tú estás conmigo, mi día será de triunfo, regocijo y nada habrá de faltarme.
Padre celestial, te pido que por favor protejas mi vida de todo peligro
y de las malas intenciones de los demás.
Por favor líbrame de toda calumnia y haz que en mi mente solo afloren pensamientos caritativos, de amor y de bondad. Conviérteme en un instrumento de tu paz y permite que todos los que se acerquen a mí puedan sentir tu presencia. Amado Dios, te suplico que me revistas de Ti y vayas conmigo a donde quiera que yo vaya.
Por favor líbrame de toda calumnia y haz que en mi mente solo afloren pensamientos caritativos, de amor y de bondad. Conviérteme en un instrumento de tu paz y permite que todos los que se acerquen a mí puedan sentir tu presencia. Amado Dios, te suplico que me revistas de Ti y vayas conmigo a donde quiera que yo vaya.
Señor, antes de salir a encontrarme con todos los maravillosos regalos
que Tú has preparado para mí, pongo en tus manos mi vida, la vida de mi familia
y la vida de mis amigos.
Te pido que nunca nos desampares, porque hoy como siempre te necesitamos. Tú eres nuestro refugio seguro en tiempo de dificultad, nuestro bello valle donde reposar, nuestro río de agua fresca y viva para saciar nuestra sed. Por favor cuídanos, guíanos y bendícenos siempre, Amén.
Te pido que nunca nos desampares, porque hoy como siempre te necesitamos. Tú eres nuestro refugio seguro en tiempo de dificultad, nuestro bello valle donde reposar, nuestro río de agua fresca y viva para saciar nuestra sed. Por favor cuídanos, guíanos y bendícenos siempre, Amén.
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