Amado Dios, hoy me acerco hasta Ti, confiando en que mi clamor será escuchado. Hay días en los que mi confianza se derrumba, mi alma se llena de tristeza y mi mente de dudas. Por favor recuérdame a cada momento que soy tu obra maravillosa, por favor cúbreme con tu amor y dame una imagen buena y justa de mí mismo.
Padre celestial, por favor aleja de mi vida los sentimientos que me atan, tales como el miedo, la vergüenza, la timidez, la ira o el enfado. Por favor libérame de estas emociones que me mantienen preso en una oscura celda de tristeza.
Permíteme levantarme lleno de fe, sonreírle a la vida, disfrutar los hermosos rayos de sol que iluminan cada mañana y seguir por mi camino. Por favor llena mis días de confianza, entusiasmo, liderazgo y permíteme vivir una vida plena, satisfactoria y feliz.
Señor, dame la dicha de ser sabio y respetarme lo suficiente como para alejarme de todo aquello que me hace daño, que no me sirve, que no me hace crecer o que no me hace feliz.
Ayúdame a elegir lo mejor para mi vida y permíteme aceptar solo aquello que considero merecer, para de este modo atraer solo cosas hermosas que me ayuden a ser una persona llena de dicha, prosperidad y gozo.
Amado Dios, por favor camina junto a mí y no te apartes nunca de mi camino, pues es en Ti donde encuentro la fuerza y el valor que necesito para seguir adelante. Si Tú estás conmigo de nada habré de temer, defenderé mis sueños y creeré en tus milagros, pues Tú eres mi mejor amigo y confío en tus hermosas promesas.
Es cierto, hay algunos días llenos de viento, hay días llenos de dudas y también días llenos de lágrimas, pero con Dios siempre habrá días llenos de bendiciones que nos dan el valor y la fuerza para seguir adelante, Amén.
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