Amado Dios, qué sublime es poder despertar cada mañana, elevar mi vista al cielo y poderte decir desde lo más profundo de mi alma y mi corazón: GRACIAS. Gracias señor por el hermoso milagro de la vida, porque Tú siempre pones alimentos en nuestra mesa, porque proteges mi vida y la vida de mi familia, cuidas nuestro hogar y bendices nuestras actividades. Todo lo que tenemos, lo que somos y lo que está por llegar es a tu nombre Señor. Tuya es la vida, el universo y la honra. Por favor nunca te apartes de nuestro lado, pues nuestras vidas son plenas y dichosas porque tenemos la certeza que a donde vamos, Tú siempre vas con nosotros. Amado Dios, te pido que en este nuevo día me ayudes a amarme, amar y servir, porque es en el amor donde está la esencia de la vida. Permíteme vivir y disfrutar intensamente de mi presente y las bendiciones que hay en mi camino y no me dejes tener tristeza por sueños sobre el pasado o ansiedad por pensar el en futuro. Padre eterno, dame sabiduría y...